domingo, 1 de junio de 2014

¡AUDIO REVELA QUE LUIS ARROYO HABRÍA ORDENADO MATAR A NOLASCO!

Nuevas evidencias del caso Nolasco salen a la luz, como la versión testimonial de la asesi­nada Hilda Saldarria­ga, la testigo clave en el caso de la red criminal de Ancash, quien antes de su muerte ya había puesto al descubier­to la ruta material e intelectual de los presuntos asesinos del hijo político de Ezequiel Nolasco, Roberto Torres Blas (24).

Y es que, según la conviviente del principal sospechoso de dicho crimen, Arnaldo Ordinola Muñoz (a) ‘Nayo’, la orden para atentar contra el ex conse­jero regional en la que cayó su hijastro habría provenido del alcalde del Santa, Luis Arroyo Rojas, número dos de la presunta red criminal que lidera César Álvarez Aguilar.

En ese sentido, al igual que en nuestra edición N.° 58, del 7 de abril de 2014 –donde fuimos el primer me­dio en difundir versiones de videos y audios traídos por el propio Nolasco a la capital y a los que en su momento nadie tomó importancia–, ahora da­mos cuenta de otra exclusiva: la con­versación sostenida entre Hilda Salda­rriaga y un interlocutor (un abogado desconocido hasta hoy), que al pare­cer fue apoderado legal de la comuna del Santa y hombre de confianza de Arroyo Rojas.

En la conversación participan, ade­más, dos damas que estaban siendo puestas a consideración del interlocu­tor para una intermediación laboral. Esta es la transcripción fidedigna del audio.

Hilda Saldarriaga: ¡Sí, pues, dis­culpe doctor!

Interlocutor: ¿Ella es la señorita?

Saldarriaga: Sí, pues. Ellas, las dos, son las señoritas.

Interlocutor: Llévense a las dos, pues, vayan a trabajar. ¿Y qué le ha di­cho, señora?

Saldarriaga: Yo le acabo de lla­mar ahorita para decirle que mañana, porque justo el señor ‘Nayo’ [su con­viviente, Arnaldo Ordinola Muñoz[ y el señor Alexis [Reyes Camones, sin­dicado sicario] necesitan, por favor, le digo, que le compren un par de zapa­tillas North Star. Quería que yo le pida al doctor [Luis] Arroyo [Rojas], pero yo no voy a estar yendo hasta su casa, pues, porque la vez pasada que fui has­ta su casa su seguridad me sacaron y me botaron [sic]. Dos veces ya he ido a buscar al doctor para hablar perso­nalmente con él.

Interlocutor: Ahora está él… El Palacios, ¿no?

Saldarriaga: Ah, ah, seguridad de afuera de su casa, de su portón [de Arroyo]. Entonces, como dos veces me sacaron, me botaron y ya no he ido, pues. Ya no he ido para nada ya; entonces, su hermana de ‘Nayo’ ha ido a hablar con el doctor [Arroyo] y el doctor dijo que todo sea con [Ricardo] Patiño [expolicía]; pero Patiño a veces me da la plata. Ahorita dos semanas que está cumpliendo, ah, dos semanas que me está dando 400 soles.

Interlocutor: Pero ha quedado el sábado, todos los sábados, pues…

Saldarriaga: Sí, todos los sábados, o sea todos los sábados me da 400 (soles); cien para su esposa de Alexis, cien para mí, cien para ‘Nayo’ y cien para ‘el Loco Alexis’. Cien cada uno y entonces yo justo le he llamado hoy para decirle, pues… Pero me dice que no hay plata, que para mañana. No hay plata; así me ha dicho que para mañana, no hay plata, no hay pre­supuesto y entonces no hay plata. Y enantes [sic] le he llamado y le digo: “Ricardo [Patiño], yo quiero hablar con el doctor [Arroyo]. ¿Cómo puedo hacer para hablar personalmente con el doctor?”. Y me ha dicho que no es compatible que hable con el doctor; pero, mira, cuando ustedes me ne­cesitaron me llamaron, me dijeron: “Usted va a decir esto y esto. Yo cum­plí con ustedes”, le digo.

nolasco
El bar Centenario fue la escena del crimen contra el ex consejero regional Nolasco. Luis Arroyo habría intentado perder contacto con los sicarios para que no quede huella.
Interlocutor: Ya.

Saldarriaga: Son cien soles, doc­tor, que no me alcanza para nada. Si yo trabajara nomás, pero no puedo hacer nada, doctor…

Interlocutor: Pero que lo ponga [a trabajar] ahí… Ah, estas dos mujeres son sus vecinas…

Saldarriaga: Son familiares, fami­liar lejano, porque tampoco por mis apellidos no pueden ir ahí [a buscar trabajo donde Arroyo] y tú sabes que ahí mismo la prensa… Un día que fui, la prensa allí mismo me sacó y un día también me fui a hablar con el doctor Montoro, cuando mi hijito estaba grave, estaba internado en el hospital… Sí, pues, Patiño me dejó di­nero ahí en el hospital, todo le dejó a la hermana del ‘Nayo’; entonces ahora yo quiero… Lo que me dan no me al­canza a mí y la verdad es que yo quie­ro que les den trabajo a ellas, para que ellas me puedan apoyar a mí también en algo.

Interlocutor: ¿Y qué te ha dicho Patiño?

Saldarriaga: Patiño habló con ella, ¿no? [Se dirige y pregunta a una de las damas presentes].

Tercera persona: ¡Sí, sí!

Saldarriaga: Le dijo: “Ya, tráeme los papeles”. Ya los papeles los tiene qué tiempo, pero no hace nada él, me

tiene paseándome, paseándome, igua­lito. Que no, que el doctor no está, que el doctor esto, que estoy de viaje, pu­cha, que me pasean.

Interlocutor: Yo mañana me voy a reunir con ellos.

Saldarriaga: Me pasean durísimo, durísimo.

Interlocutor: Porque me han de­jado un asunto que vea, pues, con un fiscal…

luis arroyo
Según el audio, Arnaldo ‘Nayo’ Ordinola se contactó con el alcalde del Santa desde prisión. El matón cumplió diversos servicios para Luis Arroyo Rojas (en la foto), pero este ahora le da la espalda.
Saldarriaga: Entonces yo quiero ver si usted puede hablar y decirle, pues, al doctor, si les puede dar traba­jo… Y me aumentan. Ellos [‘Nayo’ y ‘Loco Alexis’] también querían que me vaya a decirle al doctor [Arroyo] que me regale un par de zapatillas porque están jodidos en el penal.

Interlocutor: El problema que a Lucho es casi difícil encontrarlo, seño­ra [sic].

Saldarriaga: Lo único encontrarlo acá, pero no puedo porque la prensa está en mi tras [sic].

Interlocutor: Yo le he hecho la guardia como tres horas por un sobri­no. Ya lo dejé ahí a mi sobrino y me­nos mal que le dio chamba.

Saldarriaga: Yo tenía un núme­ro, yo me comunicaba con el doctor [Arroyo] en un número en el que ter­minaba en ochenta ochenta […8080].

Interlocutor: Ya no tiene, lo ha cortado, lo para cambiando.

Saldarriaga: Hasta el ‘Nayo’ ha ha­blado con él [Arroyo] desde el penal. Para qué, nos atendió muy bien, pero él que es bien déspota [y dice]: “Pero, a las finales, todos se van a la mierda, hagan lo que mierda quieran”. “Es el [Ricardo] Patiño; él mismo”, le digo, tú no quieras que yo vaya a la declara­ción sincera porque también está ca­gao’: diez mil soles por alimentos está, y él [Nayo] por haber prestado la casa [donde se habrían cambiado de ropa los asesinos del hijo de Nolasco], por haber hecho todo lo que han hecho, él no ha recibido ni diez céntimos. Él se ha ido preso sin ningún sol, solo que Patiño me dio 400 soles para sus gas­tos, nada más. Y adentro, cuando él se entregó a la Policía. Y ahorita nos dan cien soles semanales a cada uno, nada más.

Interlocutor: Tienen que presio­narlo pues, usted también.

Saldarriaga: Pero ¿cómo, doctor? Yo no puedo tener ningún contacto con el doctor Arroyo…

Interlocutor: El problema es que yo, como su esposo, ya no tengo casi acceso. Ya no es como antes, antes con el mismo Arroyo, [con] Lucho, luego me cambiaron… De ahí ya no tengo nada que ver con ellos.

Saldarriaga: Sí, pues, así me dijo Patiño una vez. Me dijo que ya no…

Interlocutor: Y me botaron. Me han bajado mi sueldo. Ahora estoy so­lamente con Palacios.

Saldarriaga: Yo he ido a verlo al doctor Montoro en su oficina que está allá, porque Patiño me mandó allá y ahí me robaron todo por ir a dar mi versión a favor… Nada, nada… Yo me conozco años con Patiño y le he llama­do y me dice es difícil que hables con el doctor.

Saldarriaga: Y no es así, pues, doctor. ‘Nayo’ ha negado todo, ‘el loco Alexis’ no ha echado a nadie, a ninguno, a ninguno. Patiño me dijo que usted era el encargado de ponerle abogado al ‘Nayo’.

Interlocutor: Y ahora que se vie­ne el juicio oral yo tengo que encar­garme de ponerles abogado a todos…

Saldarriaga: Doctor, ¿y usted no puede comunicarse con el doc­tor Arroyo? A él no le conviene un escándalo.

Interlocutor: A mí me pagan del estudio, tienen un pool de abogados. De ahí lo llamo a su Nextel. Lucho usa más Nextel. ¿Cuál es su número de usted, su celular?

Saldarriaga: Es el 943-606-362. Usted sabe cómo vivo y no es para estar así, ah. Usted sabe cómo lo he defendido al doctor [Arroyo], a capa y espada, al menos que sea conscien­te. Yo vivo con los cien soles sema­nales que me da Patiño [adjunto de Arroyo].

Interlocutor: ¿Y cómo puede vi­vir con eso?

Saldarriaga: Exactamente, doctor. Tengo que estar lavando ropa…

Interlocutor: Yo mañana voy a hablar con Lucho y le voy a decir: “Compare’, mira, la negra quiere hablar… contigo, compare’. Quiere cambiar su versión…”.

Saldarriaga: Están asados [‘Nayo’ y ‘Alexis’], doctor. Quieren irse a la declaración sincera…

Interlocutor: En el juicio oral pueden hacerlo.

Saldarriaga: Sí, así han dicho. In­clusive, le quieren jalar a Patiño, al Mayor [PNP José] del Carmen. Al que trabajaba en la SEINCRI tam­bién, doctor, todos saben… Ayer me fui a hablar con la esposa de ‘Piolín’ [Jaime Sánchez Cachay, seguridad de Arroyo] y lo que ha vivido en una casa, [en] una cochinada, ahora vive en una casa de tres pisos.

Y es así como concluye la conver­sación entre Hilda Saldarriaga y un interlocutor que sería fácil de identi­ficar, toda vez que existen testigos de ese diálogo directo y audios más que reveladores.

LA SILENCIARON

hilda saldarriaga 2Hilda Saldarriaga, como es público, fue asesinada de siete balazos en su propia casa mientras dormía. Ella co­nocía perfectamente a los hombres de Luis Arroyo, “socio” principal de ‘la Bestia’ de Ancash. Ella ya había declarado ante la Fiscalía que su ex­pareja, Arnaldo Ordinola (a) ‘Nayo’, y sus cómplices habían sido contrata­dos para asesinar a Ezequiel Nolasco por encargo del entonces gerente de la Subregión Pacífico, Luis Arroyo, hoy alcalde provincial del Santa y deteni­do junto a otros implicados, como Cé­sar Álvarez. Sin embargo, ella se retrac­tó de aquellas declaraciones y, por tal motivo, el burgomaestre fue excluido del proceso. Orlando Saldarriaga, pa­dre de la víctima, señaló que su hija fue asesinada porque había decidido colaborar con la justicia. “Justamente ahora que iba a dar su manifestación la han silenciado”, declaró tras la so­nada muerte.

EL DATO

Es preciso recordar cómo con un megáfo­no en mano Ezequiel Nolasco cuestionó el mandato judicial que ordenó, en su mo­mento, arresto domiciliario para Edison Torres Corso (a) ‘Chilipino’, Alexis José Reyes Camones (a) ‘Loco Alexis’ y Arnaldo Ordinola Muñoz (a) ‘Nayo’, los tres sujetos que lo quisieron matar en 2010 y que ter­minaron con la vida de su hijastro.(HERLESS CARRIÓN PORTILLA/revistavelaverde)

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